Las preocupaciones forman parte de nuestra vida. Nos preocupamos a diario por aquellas cosas que son relevantes para nosotros. Algunas personas están tan invadidas por este tipo de preocupación excesiva que les interfiere de manera insidiosa y significativa en su actividad.
Pues bien, cuando se produce este tipo de situaciones, hablamos del Trastorno de ansiedad generalizada o TAG. Este trastorno, se genera cuando la presencia de un exceso de preocupación que se mantiene en el tiempo, afecta a la vida diaria, llegando a manifestar sensación de estar constantemente nervioso, tensión muscular, sudoración, mareos, palpitaciones, vértigos y molestias estomacales.
Es importante acudir a un psicólogo experto en ansiedad para que pueda evaluarte y así comenzar un tratamiento psicológico y farmacológico, en el caso de necesitarlo.
¿Y si me contagio de covid? ¿Y si me despiden del trabajo con esto que está pasando? ¿Y si no me cogen en la selección de esta mañana? ¿Y si no consigo aprobar la prueba después de tanto estudio?…Existen personas que tienen la tendencia a plantearse muchos escenarios “Y si…” con una marcada tendencia a ponerse en lo peor o en lo que temen que suceda, lo que hace que sufran durante un rato (o también horas). Esto que les hace sufrir tanto se llama ansiedad anticipatoria que te hace sentir como si en cualquier momento pudiera suceder algo que temes y te mantiene en un estado emocional de tensión casi constante. Cuando esto sucede de manera aislada, en momentos concretos, puede resultar muy funcional y práctico. Pero cuando sucede casi todo el día, prácticamente todos los días, desde hace meses o incluso años, entonces estamos ante un problema que nos afecta en nuestra vida diaria.
Psicoterapia Madrid Centro
Como siempre digo, la ansiedad es una emoción como otras muchas que tenemos en nuestro repertorio emocional, es normal sentir ansiedad ante determinadas situaciones o cuando pensamos en algo inquietante. Pero cuando se traspasa el límite y nos desborda, se convierte en un problema que más que ayudarnos, nos complica nuestro día a día y repercute en nuestra salud psicológica.
En realidad, lo que conocemos de la ansiedad es que cuando a nivel cognitivo nos decimos cosas del tipo ‘¿y si no me cogen después de tanto esfuerzo?’, ‘¿y si me preguntan algo y no sé responder?’, ¿y si digo algo y quedo en ridículo?’, nos estamos generando ansiedad, es decir, estamos produciendo una respuesta anticipatoria que es automática y no podemos controlar ante escenarios internos (lo que pensamos) o externos y que interpretamos como amenazantes o que no controlamos. Como consecuencia, podemos estar durante mucho tiempo ‘rumiando’ estos sucesos (que no han pasado por mucho que se nos vengan a la cabeza). Pero cuando nos ponemos en marcha y actuamos, o nos exponemos a eso que nos ha dado tanta angustia mientras pensábamos en ello, generalmente, luego no era para tanto. En otros casos, pese a que no era tanto, debido al nivel de ansiedad que se ha anticipado, es probable que se haya disparado mucho en el momento de la exposición, pero al rato baja el nivel y aparece la sensación de que ‘no era tanto’.
Considero importante aprender a gestionar la ansiedad anticipatoria para así lograr una perspectiva más relativa de eso que tememos, considerando nuestra capacidad de afrontarlo y promoviendo más la acción. Para conseguirlo, pueden ser de ayuda algunas pautas:
Toma conciencia de tu dialogo interior, de esas cosas que te dices y generan tensión y malestar en tu cuerpo
Practica alguna técnica de relajación. Una de esas técnicas es la respiración profunda que va a bajar la intensidad de activación para poder actuar.
Pon en marcha el aquí y ahora. Es algo que puedes haber escuchado mil veces, pero resulta muy, muy útil practicarlo porque la ansiedad te traslada a lo que llamamos en sesión ‘futuribles’, y precisamente tomando conciencia de lo que estás haciendo en el momento, te trae al presente.
Incluye en tu día actividades que te reporten gratificación. No es cuestión de obligarte a disfrutar, pero sí de encontrar actividades cotidianas que te satisfagan.
Procura no repasar demasiado lo que “tienes que hacer” y menos según te despiertas, ¡incluso antes de poner un pie en el suelo! Esta es una práctica bastante común que sería interesante desterrar. Va muy de la mano de practicar el ‘aquí y ahora’, es decir, si aún no he salido de la cama, o si todavía estoy con mi desayuno (aunque solo sea un café porque no eres muy de comer por la mañana), pues estás desayunando y no en las ‘mil cosas’ que ‘tienes que hacer’.
Destierra esa necesidad de controlar todo. Es bastante frecuente ante situaciones de incertidumbre, pero únicamente vas a estresarte más.
Haz ejercicio. Principalmente aeróbico. Más que plantearte hacer una maratón (que también, oye, puede ser una opción genial), puede consistir en pasear por el campo o algún lugar que conozcas (con medidas recomendadas, claro) durante una hora, por ejemplo.
Los problemas y trastornos de ansiedad se abordan de manera eficiente desde la Terapia Cognitivo Conductual, la cuál tiene un robusto corpus científico, favoreciendo la salud y autoestima.
Si estás buscando un psicólogo en Madrid especializado en ansiedad y gestión emocional, o si consideras que necesitas ayuda, puedes reservar tu consulta presencial u online en Psicoterapia Madrid Centro. Nuestro Despacho de Alonso Martínez se encuentra en pleno centro de Madrid, en Calle de Mejía Lequerica, 3.
Te proporcionamos la atención psicológica que necesitas empleando tratamiento eficaz con una metodología basada en la evidencia.
Desde hace meses (incluso antes de que se declarara el Estado de alarma en marzo de este año), en Psicoterapia Madrid Centro estamos atendiendo diversos casos de un tipo de ansiedad que se denomina Hipocondría. Este trastorno se basa en la presencia de un nivel intenso de malestar relacionado con la enfermedad. Puede dirigirse a una enfermedad que puede padecer el propio paciente o alguno de sus seres queridos.
Principalmente, la presencia de ansiedad generalizada es el componente que está presente, pero en este caso, esa preocupación excesiva se dirige a un síntoma o sensación, que genera una activación importante y produce angustia ante la posibilidad de padecer aquello que tememos (una enfermedad grave o una consecuencia terrible relacionada con una enfermedad).
Es importante tener en cuenta el tiempo que se lleva con ese malestar, si es recurrente, la intensidad que genera, qué recursos y ayuda se tiene, con qué frecuencia se produce, y más parámetros que se van a explorar en consulta por parte del psicólogo/a especializado en ansiedad. Además, se determinarán qué factores están manteniendo el problema para poder establecer un patrón y definir los objetivos a lograr. Por último, el profesional determina las técnicas psicológicas que se van a aplicar según cada caso.
En casos leves y moderados, suelen necesitarse pocas sesiones para sentir una mejoría. Nuestra experiencia es muy positiva y así nos lo hacen saber nuestros pacientes que, en pocos meses, vuelven a recuperar su salud psicológica y recuperan su normalidad.
Los problemas y trastornos de ansiedad se abordan de manera eficiente desde la Terapia Cognitivo Conductual, la cuál tiene un robusto corpus científico, favoreciendo la salud y autoestima. Si estás buscando un psicólogo en Madrid, o si consideras que necesitas ayuda, puedes reservar tu primera sesión directamente a través de la web https://www.psicoterapiamadridcentro.com/cita-online
Te proporcionamos la atención psicológica que necesitas empleando tratamiento eficaz con una metodología basada en la evidencia.
En psicoterapia, se enseña a los pacientes una máxima, tanto para ansiedad como para depresión: “Según pienso afecta a cómo siento”
Psicoterapia Madrid Centro | Ansiedad
Esta frase es como el punto de partida de toda una intervención que vendrá y que implica una participación e implicación por parte del paciente para alcanzar los objetivos planteados que se irán logrando durante el período de tratamiento.
Debido a la activación fisiológica tan intensa e incontrolable que se suele dar durante los períodos de ansiedad aguda, es comprensible que la persona que sufre ansiedad no reconozca el patrón de cogniciones que generan y mantienen su malestar.
“Según pienso afecta a cómo siento”
En la ansiedad, aumenta la sensación de vulnerabilidad ya que se realizan de manera sistemática valoraciones sesgadas y exageradas ante situaciones neutras o inocuos que disparan la activación, lo que favorece y mantiene más aún dichas interpretaciones. Esto no significa que “veamos osos que vienen a por nosotros” (es un ejemplo que explico en consulta para explicar en qué consiste la ansiedad y sus patrones de respuesta), pero basta con que interpretemos una situación como comprometedora o inquietante, para que nos activemos.
La ansiedad se caracteriza por una atención aumentada, altamente selectiva hacia el riesgo o amenaza personal que se percibe como si fuera a tener un grave impacto negativo sobre los intereses vitales o el bienestar. Además, implica una infravaloración de los propios recursos a la hora de afrontar la amenaza percibida, reduciéndose de forma significativa el acceso a un razonamiento lógico o constructivo para reducir la ansiedad.
Algunas personas que llevan sufriendo durante años ansiedad se suelen preguntar cómo ha llegado a pasarles, por qué a ellos, consideran que tienen una personalidad débil o que tienen un desequilibrio químico, consideran que han podido hacer algo malo, y muchas más cosas. Desafortunadamente, la etiología de la ansiedad supone a día de hoy un reto, y dar respuestas satisfactorias nos resulta complicado ya que nuestro conocimiento actual sobre la vulnerabilidad a la ansiedad es relativamente limitado.
Nos movemos en círculos tan limitados por nuestras propias ansiedades que ya no distinguimos entre lo verdadero y lo falso, entre el capricho del gángster y el ideal más puro.
INGRID BERGMAN (Actriz, 1915-1982)
Las personas con trastornos de ansiedad manifiestan una predisposición de ansiedad alta, al nerviosismo o la preocupación, además de la presencia de acontecimientos precipitantes que aumentan su estrés cotidiano. En la etiología de la ansiedad clínica participan tanto las características de predisposición biológica, psicológica y los factores ambientales/contextuales, por tanto, suelen proponerse modelos de diátesis-estrés para explicar las diferencias individuales en el riesgo a generar ansiedad.
Los contecimientos vitales importantes, traumas, las adversidades continuas así como vivencias no tan dramáticas como pueden ser el estrés laboral, una prueba médica que genera gran incertidumbre, pueden constituir elementos precipitantes del desarrollo de un trastorno de ansiedad.
“La percepción de una persona de sí misma como objeto de peligros internos y externos de cuyo control carece o éste es insuficiente como para proporcionarle sensación de seguridad. En los síndromes clínicos, la sensación de vulnerabilidad se magnifica mediante ciertos procesos cognitivos disfuncionales”
(Beck et al., 1985, pp. 67-68).
Es importante destacar que la vulnerabilidad no conduce directamente a la aparición del trastorno, ya que está mediada por la aparición de los mencionados sucesos precipitantes.
En Psicoterapia Madrid Centro, llevamos a cabo una evaluación de cada caso, aplicando cuestionarios para valorar la percepción de control, factores de vulnerabilidad que puedan estar presentes, además de la información que recogemos en sesión, para proporcionar al paciente una explicación del trastorno y qué procesos disfuncionales pueden estar presentes para poder establecer los objetivos que se van a alcanzar en psicoterapia. La intervención incluye un entrenamiento para generar interpretaciones más realistas, “no amenazantes” de situaciones significativas y relevantes para las preocupaciones ansiosas fundamentales que presenta el paciente. Esto implica un trabajo activo por parte del mismo, de manera que las sesiones suelen ser inicialmente semanales, pasando a ser quincenales y posteriormente mensuales hasta llegar a los seguimientos telefónicos que se extienden en el tiempo.
Inicié mi profesión como psicóloga en Madrid hace más de diez años. Siempre desde el esfuerzo, profesionalidad y constante actualización, especializándome en ansiedad y depresión, en diferentes problemas emocionales, así como en Psicología Forense con el objetivo de aportar y ayudar a personas que necesiten tratamiento psicológico o algunos de los servicios dentro del ámbito Jurídico. Mi mejor carta de presentación, es siempre el reconocimiento de mis pacientes, clientes y compañeros/as.
Psicoterapia Madrid Centro
Desde que comencé como psicóloga en Madrid, he tenido ocasión de intervenir con diferentes pacientes que me han aportado mucho, tanto a nivel profesional como personal.
Me genera gran orgullo poder acompañar a personas en su recuperación o en un proceso en el que ponen un gran esfuerzo hasta lograr salir del estado en el que se encontraban, o aprenden a vivir de manera satisfactoria sin depender emocionalmente de otras personas, cómo a nivel físico les cambia el aspecto a mejor, lo cuál me encanta.
Resulta muy gratificante y considero un privilegio haber elegido una profesión que me permite vivenciar estos fenómenos. Es cierto que no siempre es tan evidente o, incluso, existe algún caso en el que no hemos podido lograr alcanzar los objetivos planteados por dificultades que están presentes, sobrevenidos o debido a que, en determinados casos, pasa (lo que me pesa y mucho). Por suerte, el 98% de los pacientes que han acudido a mí, sí valoran un éxito la intervención que llevaron a cabo. Esto hace que cada vez me apasione más y considere que he acertado en la profesión que he elegido.
Según los criterios diagnósticos del Trastorno de Ansiedad Generalizada, el manual diagnóstico DSM-5 (APA, 2013) define este trastorno como:
A. Una preocupación excesiva (anticipación aprensiva), que se produce durante más días de los que ha estado ausente durante un mínimo de seis meses, en relación con diversos sucesos o actividades (como en la actividad laboral o escolar).
B. Al individuo le resulta difícil controlar la preocupación.
C. La ansiedad y la preocupación se asocian a tres (o más) de los seis síntomas siguientes (y al menos algunos síntomas han estado presentes durante más días de los que han estado ausentes durante los últimos seis meses):
Inquietud o sensación de estar atrapado o con los nervios de punta.
Fácilmente fatigado.
Dificultad para concentrarse o quedarse con la mente en blanco.
Irritabilidad.
Tensión muscular.
Problemas de sueño (dificultad para dormirse o para continuar durmiendo, o sueño inquieto e insatisfactorio).
D. La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
E. La alteración no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento) ni a otra afección médica (p. ej., hipertiroidismo).
F. La alteración no se explica mejor por otro trastorno mental (p. ej., ansiedad o preocupación de tener ataques de pánico en el trastorno de pánico, valoración negativa en el trastorno de ansiedad social [fobia social], contaminación u otras obsesiones en el trastorno obsesivo-compulsivo, separación de las figuras de apego en el trastorno de ansiedad por separación, recuerdo de sucesos traumáticos en el trastorno de estrés postraumático, aumento de peso en la anorexia nerviosa, dolencias físicas en el trastorno de síntomas somáticos, percepción de imperfecciones en el trastorno dismórfico corporal, tener una enfermedad grave en el trastorno de ansiedad por enfermedad, o el contenido de creencias delirantes en la esquizofrenia o el trastorno delirante.
La persona que padece este trastorno de ansiedad, lleva a cabo interpretaciones sesgadas que se centran en continuas anticipaciones ansiosas que abarcan diferentes aspectos de la vida de la persona: familia, salud, vida social, profesional, etcétera. Estas preocupaciones suelen aparecer a nivel cognitivo (mental) en forma de: ¿Y si……sucediera eso o tal cosa….?». La presencia de sesgos atencional e interpretativos producen que el paciente se encuentre en un estado continuo de anticipación y de percepción de amenaza , lo que genera una activación continua que ocasiona síntomas
de ansiedad muy intensos y emociones muy desagradables como angustia, tristeza, depresión, malestar emocional crónico, desesperación, desasosiego, tensión muscular, despistes, irritabilidad, problemas del sueño, cansancio, dificultad de concentración, etcétera.
…lleva a cabo interpretaciones sesgadas que se centran en continuas anticipaciones ansiosas que abarcan diferentes aspectos de la vida de la persona
Esta anticipación persistente de sucesos negativos que lleva a cabo el paciente, se diferencia de la preocupación no patológica en los parámetros de frecuencia, intensidad y duración, que se ven incrementados. Además, se produce un sesgo importante y que se va a tener muy en cuenta, como es el significado que se da a la creencia de necesitar dar vueltas a las cosas que se perciben como inquietantes o amenazantes. Esto se tradice en una falta de confianza en los propios recursos para afrontar aquello que temen. Esta infravaloración mantenida, atenta también a la sensación de seguridad y la autoestima.
En nuestra consulta te ofrecemos la atención necesaria para abordar los problemas y trastornos, adecuando en cada caso el tratamiento idóneo para cada persona, proporcionándote la atención psicológica que necesitas empleando tratamiento eficaz con una metodología basada en la evidencia.
Los problemas y trastornos de ansiedad se abordan de manera eficiente desde la Terapia Cognitivo Conductual, la cuál tiene un robusto corpus científico, favoreciendo la salud y autoestima. Si estás buscando un psicólogo en Madrid, o si consideras que necesitas ayuda, puedes realizar una consulta presencialmente en Psicoterapia Madrid Centro, llamando al 668823484 / 910059688, y acordaremos una cita previa para tu sesión informativa.
El miedo consiste en una alarma primitiva en respuesta a un peligro presente, se caracteriza por una elevada activación y alto afecto negativo, presenta componentes más biológicos y automáticos llegando a desencadenarse la respuesta lucha-huida, además de una orientación hacia el presente. En cambio, la ansiedad es fundamentalmente de naturaleza cognitiva y una combinación difusa de emociones, que está orientada hacia el futuro. También se desencadenan una serie de reacciones fisiológicas, pero no la respuesta lucha-huida (al menos no suele) como en el miedo.
Por lo general, empleamos indistintamente estos términos. Aunque responden a diferentes escenarios, la persona que acude a consulta por problemas de ansiedad, presenta una serie de síntomas físicos y vivencias, como un ataque de pánico, que no entiende o no ha podido llegar a comprender. Independientemente de las diferencias, lo que tienen en común es la angustia que generan en los pacientes que acuden a consulta, quienes no han tenido la oportunidad en su momento, de poder entender lo que les estaba sucediendo en el momento de sufrir esa respuesta corporal. Por tanto, un punto importante en psicoterapia, es una explicación basada en los conocimientos científicos que tenemos desde una Psicología basada en la evidencia, la cuál está en constante cuestionamiento y revisión.
Se ha estudiado algunos casos para conocer cómo gestionar la ansiedad, de modo que no nos afecte o que no se torne como algo disfuncional. Al parecer, las cebras no sufren problemas de ansiedad. Desarrollan una respuesta adaptativa ante un estresor (p.e un león con hambre), es decir, salen corriendo para salvar sus vidas. Cuando el estresor desaparece, todo ese sistema que se había disparado, vuelve a sus niveles y no se preocupan más por el asunto: viven en el “aquí y ahora”.
Los problemas y trastornos de ansiedad se abordan de manera eficiente desde la Terapia Cognitivo Conductual, la cuál tiene un robusto corpus científico, favoreciendo la salud y autoestima.
Si estás buscando un psicólogo en Madrid, o si consideras que necesitas ayuda, puedes realizar una consulta presencialmente en nuestro Despacho de Alonso Martínez, llamando al 668823484 / 910059688, y acordaremos una cita previa para tu sesión informativa. Puedes tu primera sesión presencial en el Despacho de Alonso Martínez, directamente a través de la web: https://www.psicoterapiamadridcentro.com/contacto
Te proporcionamos la atención psicológica que necesitas empleando tratamiento eficaz con una metodología basada en la evidencia.
Generamos respuestas emocionales ante las interpretaciones que realizamos de los diferentes estímulos y situaciones o circunstancias que nos rodean. Estas respuestas emocionales o estados obedecen a una realidad interpretativa (basada en tu historia de aprendizaje, experiencias propias, etcétera) que, en la medida que se aleja de la realidad perceptiva (la objetiva o descriptiva, la que perciben nuestros sentidos sin interpretar), puede producir malestar psicológico como la depresión o ansiedad.
Según pienso, así temo
Basándonos
en que sentimos según pensamos, que la ansiedad es consecuencia de
pensamientos sesgados y que al modificar la manera de pensar o
interpretar el mundo que te rodea cambiará la forma en que te
sientes (ideas de las que parte el marco de la Psicología
Cognitivo-Conductual), tiene sentido concluir que una parte
importante de la intervención psicológica va a consistir en
trabajar sobre esa interpretación sesgada
o errónea que
has aprendido y a llegado a ser angustiante
y más
perjudicial para tu salud mental y bienestar psicológico.
Es decir, si de todo el torrente de pensamientos (que son muchos, muchísimos y de la mayoría no somos conscientes), te cuestionas o juzgas a ti mismo/a acerca de esos pensamientos concretos que en un momento dado te sobrevienen y te inundan, como por ejemplo cuando algo nos preocupa, le damos vueltas y se genera una carga emocional que se asocia a dichos pensamientos los cuales, dicho sea de paso, son solo eso, pensamientos, no siempre tienen un motivo concreto por el que aparecen, en ocasiones pueden ser desencadenados por un suceso externo. No los controlamos en absoluto. Estos pensamientos forman parte de ese torrente o actividad cognitiva normal, pero es el juicio que emitimos (p.e.: “no tendría que pensar eso”…”si lo pienso, significa algo horrible de mi”…) lo que va a hacer que nos sintamos mal. Digamos que en ese momento en el que juzgo lo que pienso, estoy poniendo mi foco de atención en eso pensamientos concretos que pasan (de neutros) a ser negativos gracias a ese juicio de valor que emitimos. Además, a nivel de conducta vamos a llevar a cabo intentos (bastante contraproducentes, por cierto) de suprimir dichos pensamientos que pasarán a ser intolerables y que, paradójicamente, vendrán con más fuerza, lo que produce un buen abanico de emociones desagradables o incluso que nos resultan insoportables. Una vez constituido el bucle (p.e.: “no quiero pensar en ello pero no puedo evitarlo”…”es que pienso todo el rato en cosas que no quiero y no sé cómo pararlo ya”…).
…todas las personas sesgamos la realidad puesto que tenemos nuestra propia historia de aprendizaje
A tenor de lo señalado más arriba, la interpretación que se elabora sobre el mundo está mediatizado por esos sesgos cognitivos que dan lugar a unos pensamientos que son filtrados por dichas distorsiones o errores de cognición. Se hace de manera automática tras aprenderlo y practicarlo mucho (durante años, sin cuestionarlo puesto que es la forma en que aprendemos a entender y dar sentido a nuestro entorno), de manera que no somos conscientes ni siquiera de ello. Estos errores suelen repetirse y estar más presentes cuando te sientes angustiado/a o preocupado/a. Los que más detectamos son:
Adivinación
del futuro: cuando anticipo que va a suceder algo terrible o que
para ti es muy comprometedor.
Lectura
de pensamiento: cuando “adivinamos” lo que la otra persona está
pensando de uno/a mismo/a, que nos está juzgando (esto genera
muchas veces un nivel de activación alto)
Magnificación:
o catastrofización, es decir, dar por supuesto que una
situación es terriblemente peligrosa o es una catástrofe
Etiquetación:
consiste en poner una etiqueta, de manera que “encasillamos“,
sin que realmente se tenga en cuenta el conjunto de la personas
Personalización:
básicamente consiste en reprocharse un fallo cometido, por ejemplo.
Genera un sentimiento de culpa muy grande.
Razonamiento
emocional: es cuando se razona en función del estado o emoción que
siento.
Los
“debería”: cuando nuestro diálogo interior incluye la crítica
rígida, que determina cómo se tiene que sentir y lo que no tiene
que sentir (como si tuviéramos algún tipo de control sobre las
emociones…que no)
Modificando la forma de pensar, cambiará la manera de sentirte
Así pues, todas las personas sesgamos la realidad puesto que tenemos nuestra propia historia de aprendizaje. Cuanto más sesgo o margen de error, más me engaña mi cabeza. Por ese motivo, es recomendable no creer todo lo que se piensa. Por tanto, modificando la manera de pensar, cambiará la manera de sentirte.
Es importante acudir a un psicólogo experto en ansiedad y depresión para que pueda evaluar tu caso y así, de ser necesario, comenzar un tratamiento psicológico para poder recuperar tu salud psicológica y bienestar.
Reserva cita para comenzar tu Psicoterapia en Madrid Centro.
Cuando acuden a consulta pacientes con algún trastorno de ansiedad, proporcionamos una intervención adaptada a la persona que tenemos en frente, empleando técnicas de tratamiento eficaces. Las más habituales son:
Técnicas
de desactivación o relajación. Existen diferentes maneras de
disminuir la activación fisiológica como son la respiración,
relajación muscular, relajación en imaginación, hipnosis,
etcétera. Algo que resulta importante, es aprender la técnica
correctamente con el/la psicólogo/a y ponerlo en práctica
diariamente para así interiorizarlo bien.
Técnicas
cognitivas.
Se
trata de un entrenamiento del paciente en técnicas psicológicas
que van a aumentar su capacidad de auto-observación y
auto-regulación de los pensamientos o cogniciones y que, a su vez,
van a tener una repercusión positiva en sus emociones y conducta.
En la primera sesión, se proporciona un breve resumen de cómo se
va a proceder en el tratamiento y desde qué marco de la Psicología
(en nuestro caso, el marco es el Cognitivo-Conductual). Esto incluye
también la información que damos sobre el trastorno que
detectamos, así como la manera en que lo abordamos.
Dentro
de estas técnicas, se incluye la detección de pensamientos
negativos, sesgos de interpretación, etcétera, y aprender a
modificarlos para lograr una interpretación menos amenazante que
está generando y manteniendo el estado ansiógeno.
Técnicas
conductuales o centradas en la conducta.
Tal como comenté antes, el marco de la Psicología desde el que
intervenimos, es el Cognitivo y Conductual. En cuanto a éste
último, cabe destacar la exposición a las situaciones temidas
siempre pautada por
el/la
psicólogo/a, quien
va a llevar a cabo un seguimiento del proceso y valorando el caso.
La exposición se realiza mediante la aproximación sucesiva, es
decir, siempre poco a poco y con presencia del principio de refuerzo
o el acto de premiarse en vez de castigarse.
También
incluimos técnicas para enfrentar mejor situaciones que producen
ansiedad en el paciente como el entrenamiento en habilidades
personales, asertividad.
Por
último, es muy frecuente que acudan a consulta pacientes que llevan
con un tratamiento
farmacológico,
incluso que lleven tomando ansiolíticos desde hace años sin que
haya desaparecido su problema con la ansiedad y con dificultades para
dejar de tomar “sus pastillas”. Este tratamiento debe ser
prescrito siempre por un facultativo, quien
va a determinar, bajo criterio médico, qué fármaco, cantida y
duración. Así
como también tiene que ser supervisado por el mismo, evitando
la automedicación o el abandono sin haber sido pautado por el médico
especialista.
Si bien, en ocasiones, el tratamiento farmacológico es necesario, éste debe ir acompañado de una intervención psicológica en técnicas Cognitivo-Conductual, señaladas anteriormente, para el entrenamiento en control y gestión de ansiedad.
En nuestra consulta te ofrecemos la atención necesaria para abordar los conflictos y trastornos, adecuando en cada caso el tratamiento idóneo para cada persona.
Es importante acudir a un psicólogo experto en ansiedad y depresión para que pueda evaluar tu caso y así, de ser necesario, comenzar un tratamiento psicológico para poder recuperar tu salud psicológica y bienestar.
Algunos de los pacientes que acueden a consulta se autodiagnostican un trastorno de depresión o de ansiedad, según han leido, les han comentado en su entorno o les parece por cómo se sienten (y no andan muy desacertados).
Por lo general, se basan en síntomas que presentan, aunque al realizar la evaluación en consulta, no siempre presentan “el trastorno” que se han autodiagnosticado.
Un motivo de consulta bastante frecuente, es la depresión y ansiedad. Muchos pacientes afirman en la primera sesión que tienen depresión, cuando, tras realizar una evaluación durante las primeras consultas, valoramos que es principalmente un estado de ansiedad lo que está interfiriendo en su equilibrio psicológico de manera significativa, incluso llegan con un abanico ampio de síntomas y un gran malestar.
Si bien es cierto que, cuando se acude al psicólogo, la persona lleva padeciendo ansiedad durante largo tiempo (años incluso), llegando a resultar algo desesperante (ya se ha hecho todo lo que se conoce para poder estar bien y, tras todo esto continúa esa sensación de que algo malo va a suceder, o esos síntomas que no se solucionan tras haber ido al médico…), y pedimos ayuda.
Pues bien, cuando acuden con un “autodiagnóstico” de depresión y también angustia o ansiedad, una cuestión que planteo ante ese estado de desesperación es ¿cómo te sentirías si tu ansiedad desapareciera?
Por lo general, la respuesta suele ser “muy bien”, “sería feliz”, etcétera. Lo que apunta a que ese estado de desesperación, desánimo y tristeza, desaparecería. Conclusión: hay síntomas depresivos, pero no un trastorno como tal.
Una manera de sondear si tengo ansiedad es observar la manera en la que pienso: cuando aparecen muchos “y si…”, anticipo demasiadas situaciones como algo amenazante, horrible en caso de que suceda, además estos pensamientos están presentes la mayor parte del día, desde hace ya tiempo y generan un estado de tensión que, aunque puedo seguir con mi vida, ya empiezan a generar síntomas (afectan a mi sueño, a mi estado de humor, molestias estomacales, constante presión en el pecho o la garganta, etcétera).
Cuando , en cambio, observo que mis pensamientos están más enfocados en un concepto negativo de uno/a miso/a, del entorno y el futuro, lo más probable es que apunte a una depresión.
Cada caso es único y la persona está sometida a diferentes condiciones y estresores, además, ha aprendido a interpretar el mundo que les rodea de una manera concreta, por lo que la intervención, basada siempre en técnicas basadas en una metodología empírica y científica, será adaptada a cada paciente.
Es importante acudir a un psicólogo experto en ansiedad y depresión para que pueda evaluar tu caso y así, de ser necesario, comenzar un tratamiento psicológico para poder recuperar tu salud psicológica y bienestar.